La niñez debería ser felicidad. Malditos aquellos que hacen que no sea así.
EL MONSTRUO
Todo iría bien. No, no era nada malo. No, no se lo
digas a nadie. Ellos no lo entenderían. La culpa sería tuya. No. Tú mejor
calladita. Confía en mí. No es malo. Es normal, todo el mundo lo hace. No, no
es nada malo. Desnúdate. No, ya lo hago yo. Ven. No tengas miedo. Ya verás. Te
va a gustar. Ella se desgarra por dentro, quiere huir, salir corriendo de ese
sitio. Siempre había pensado que su primer beso sería como el que se dieron los
protagonistas de aquella película… Ella quiere salir corriendo de ahí. Pero no
sabe cómo volver a casa. Está oscuro. Es ya de noche, y hace frío…tanto, tanto
frío… En sus huesos diminutos hay hielo, hielo para siempre. Tranquila. No, no
es nada malo. Él es mayor, papá y mamá le conocen. No puede ser malo. Ellos no
dejarían que nadie me hiciera nada malo. Seguro que no. No, no diré nada. Mis
padres se enfadarían conmigo. La gente me miraría raro. Mejor no decir nada.
Mucho mejor. Pero no me gusta. Me da asco, y miedo. Quiero que deje de hacer
eso. Que no lo haga, nunca más. Quiero irme de aquí, escapar. Me da tanto
miedo… Miedo y asco. Mucho, mucho miedo. Mamá se enfadará conmigo. Quiero irme
corriendo, pero está oscuro. No sé dónde me ha traído con su coche. Es de noche
y está tan oscuro… No sé cómo escapar. Dice que no es malo, pero que mejor no
lo cuente, a nadie, mejor que no diga nunca nada. Y yo sólo pienso en huir de
sus asquerosos toqueteos y de su repugnante voz. Pero no sé cómo hacer, ni qué
hacer. Sólo tengo diez años.
P.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu opinión (se admiten críticas)
Ahora lo miro!!!
;-)