lunes, 5 de mayo de 2014

La niñez debería ser felicidad. Malditos aquellos que hacen que no sea así.

EL MONSTRUO
Todo iría bien. No, no era nada malo. No, no se lo digas a nadie. Ellos no lo entenderían. La culpa sería tuya. No. Tú mejor calladita. Confía en mí. No es malo. Es normal, todo el mundo lo hace. No, no es nada malo. Desnúdate. No, ya lo hago yo. Ven. No tengas miedo. Ya verás. Te va a gustar. Ella se desgarra por dentro, quiere huir, salir corriendo de ese sitio. Siempre había pensado que su primer beso sería como el que se dieron los protagonistas de aquella película… Ella quiere salir corriendo de ahí. Pero no sabe cómo volver a casa. Está oscuro. Es ya de noche, y hace frío…tanto, tanto frío… En sus huesos diminutos hay hielo, hielo para siempre. Tranquila. No, no es nada malo. Él es mayor, papá y mamá le conocen. No puede ser malo. Ellos no dejarían que nadie me hiciera nada malo. Seguro que no. No, no diré nada. Mis padres se enfadarían conmigo. La gente me miraría raro. Mejor no decir nada. Mucho mejor. Pero no me gusta. Me da asco, y miedo. Quiero que deje de hacer eso. Que no lo haga, nunca más. Quiero irme de aquí, escapar. Me da tanto miedo… Miedo y asco. Mucho, mucho miedo. Mamá se enfadará conmigo. Quiero irme corriendo, pero está oscuro. No sé dónde me ha traído con su coche. Es de noche y está tan oscuro… No sé cómo escapar. Dice que no es malo, pero que mejor no lo cuente, a nadie, mejor que no diga nunca nada. Y yo sólo pienso en huir de sus asquerosos toqueteos y de su repugnante voz. Pero no sé cómo hacer, ni qué hacer. Sólo tengo diez años.

P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjame tu opinión (se admiten críticas)
Ahora lo miro!!!
;-)