Tres hermanos viven en una casa:
son de veras diferentes;
si quieres distinguirlos,
los tres se parecen.
El primero no está: ha de venir.
El segundo no está: ya se fue.
Sólo está el tercero, menor de todos;
sin él, no existirían los otros.
Aún así, el tercero sólo existe
porque en el segundo se convierte el primero.
Si quieres mirarlo
no ves más que otro de sus hermanos.
Dime pues: ¿los tres son uno?,
¿o sólo dos?, ¿o ninguno?
Si sabes cómo se llaman
reconocerás tres soberanos.
Juntos reinan un país
que ellos son. En eso son iguales.
“Momo”. Michael Ende.
gran libro.
ResponderEliminarTengo ese libro en mi estantería y aún no lo he leído. Voy a tener que hacerlo... esto me lleva a ello :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Tiene buena pinta... iré a por él!
ResponderEliminarBesos
Hubo quien dijo que el menor de ellos en realidad no existe, que no es más que la "frontera" entre los otros dos. También hay quien dice que el primero no existe hasta que no lo crea el tercero y se convierte en el segundo (un poco complicado ¿no? :p)
ResponderEliminarUn abrazo!
Ehse
Hola...
ResponderEliminarRumbi y Candela, espero que os resulte interesante, ya me contaréis...
Ehse, tienes razón, el menor es esa "frontera", sólo que tal vez sea el más importante, porque disfrutándolo, los otros dos siempre serán mejores.
Voy a pasar por tu casa...
:-)